Gaza enfrenta un trágico saldo de 58 vidas perdidas en las últimas 24 horas tras intensos bombardeos israelíes.
El 23 de diciembre, en la víspera de la Navidad, una nueva serie de ataques aéreos y terrestres por parte de las fuerzas israelíes ha dejado al menos 58 fallecidos y 88 heridos en la franja de Gaza, de acuerdo con el Ministerio de Salud gazatí, controlado por la milicia Hamás. Uno de los bombardeos se dirigió hacia el campamento de desplazados de Al Mawasi, ubicado en el sur del enclave, a pesar de que este lugar había sido clasificado como "zona segura" por el Estado hebreo. En este ataque, ocho personas perdieron la vida —entre ellas, dos niños— según confirmaron dos médicos que recibieron los cuerpos en el hospital Nasser, situado en la vecina localidad de Jan Yunis.
“Estábamos sentados (…) De repente, dos cohetes cayeron, uno tras otro. Estábamos calentándonos, y había niños aquí. Como pueden ver, no tenemos armas y no tenemos nada que ver con ningún movimiento”, aseguró a Reuters Ahmed al-Hamarna, uno de los palestinos presentes en el ataque de este lunes. El hospital Nasser también aseguró haber recibido los cuerpos de seis escoltas que iban custodiando un convoy de ayuda y que fueron alcanzados por otro ataque aéreo.
En el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro del enclave, las autoridades denunciaron en un comunicado publicado en Telegram el ingreso de 17 vehículos militares y decenas de soldados que, con el respaldo de la Fuerza Aérea, dejaron “decenas de víctimas civiles, entre ellas mujeres y niños”. Los israelíes también se presentaron con “palas excavadoras”, con las que destruyeron una veintena de viviendas que se suman a un total de cerca de 1.500 casas destruidas desde el 7 de octubre de 2023. “Ya han golpeado el campamento cinco veces desde que se inició este genocidio y las víctimas de esos otros ataques ascienden a un centenar de muertos y decenas de heridos”, resaltó el ministerio.